Una extraña secta de
carácter patriarcal ha sido redescubierta a través de los signos subliminales
que se encuentran dentro de la comunicación interna del Tecnológico de
Monterrey, campus Monterrey. El alumnado se muestra anonadado.
Por Ulises
Lima
El
semestre del ciclo enero-mayo 2019 inicia como todos: lleno de frío y con el
alumnado cubierto de modorra. Esto, como consecuencia directa, provoca que los
estudiantes caminen hacia sus salones con un paso ligeramente más débil e
indeciso. Al manejarse con tanta hueva por los pasillos de la escuela, es
inevitable prestar más atención a los detalles de nuestra infraestructura y sus
mensajes de cortesía del departamento de Comunicación interna. Fue así como el doctor
y profesor da la Escuela de Humanidades, Indiana Juanes, percibió el mismo
primer día de clases algo muy extraño en el mensaje de bienvenida que añade
indicaciones respecto a algunos espacios clave del campus:
 |
| Parecen estar contentos de vernos. |
Parece
mentira. “Han vuelto”, murmuró de pronto el profesor Indiana Juanes, según nos
cuenta. El cartel que llevábamos viendo más de un semestre, que nos daba la bienvenida
en lo que parecía ser el más puro espíritu HiTec!,
resulta tener fuertes lazos interpretativos con los mensajes de una antigua
secta hetero-patriarcal llamada “Los Gorra-en-el-pene”. Cuando el profesor
acudió con la OR, nosotros le pedimos ayuda con toda la información que él
tuviera al respecto, para así poder llevar a cabo la investigación pertinente,
dicha que presentamos a continuación:
Este
despiadado grupo de los años 70, según los viejos registros de la historia en
el ITESM, estaba ligado principalmente con la mafia del antiguo departamento de
Comunicación Interna de la institución, y con el resto de los DVD (Departamentos
de Viejitos con Dinero) del Tec. Las intenciones eran simples: difundir de
manera masiva (adentro de la misma escuela, claro) lo increíblemente genial y
divertido que era estudiar en el Tec a través del refuerzo del discurso
machista (porque siglo XX). El mensaje fálico era claro: la gorra azul colgaba
de su entrepierna, era indispensable tener el miembro erecto para poder
sostener la prenda. Así caminaban por el campus y así posaban para las fotos. Aún
no está claro cómo era que mantenían su aparato reproductor en aquella posición
por tanto tiempo, sin embargo, los investigadores de la OR no descartamos que
el color azul del Viagra no sea
coincidencia.
 |
| Aquí una edición profesional más sensacionalista |
El
fin del grupo llegó cuando el profesor Indiana Juanes ingresó a la nómina: detectó
su ideología fascista y con una sencilla lucha, a través de un rápido proceso
que sólo tomó 30 años, logró finalmente eliminar la secta y borrar las ideas
hetero-patriarcales de todos los DVD. Nunca más se volvió a saber nada de
ellos, hasta ahora.
Por
parte de la OR, sólo queda advertir a la comunidad estudiantil dos cosas. Uno:
las ideas persignadas y conservadoras por las que luchaban estos terribles
grupos seguirán latentes este semestre, muy a pesar de que nuestros ojitos del
deber-ser no las perciban. Dos: el departamento de Comunicación Interna del
campus no es de fiar, tienen mucho dinero y lo utilizan ora de forma malévola,
ora de forma descuidada; ambas posibilidades son atroces.
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