Ante la carta de
protesta de una estudiante, indignada por las condiciones de trabajo que sufren
los guardias encargados de vigilar el acceso pegado al basurero, los altos
directivos del Tec de Monterrey aseguran que no hay nada de qué preocuparse:
inhalar esos desechos es saludable y benéfico.
A inicios del semestre pasado, enero-mayo, la alumna Hortensia “La
Planta” Rosales envió una carta a nuestro queridísimo rector, Garcilaso de la
Garza García (GGG), en la cual mostraba su preocupación y su indignación ante
la putrefacta atmósfera que predomina el área de trabajo de los guardias de
seguridad, específicamente refiriéndose a quienes cuidan el acceso de Aulas 4 (desde
la calle Luis Elizondo, esquina con Montevideo). En la carta, Hortensia
solicitó de la manera más respetuosa que cambiaran a los basureros de lugar, o
que por lo menos encontraran la forma de cubrir mejor los desperdicios, ya que
“el olor muchas veces es insoportable, y lo de menos somos los estudiantes, que
sólo pasamos unos segundos por ahí”.
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Aquí el acceso, el contenedor se encuentra detrás del bambú, lado izquierdo. |
Evidentemente, después
de leer la petición, como son asuntos que les interesan muchísimo, los altos
directivos le echaron muchas ganas a indagar más sobre este problema. De veras
que se notó el esfuerzo y la preocupación que tienen por sus empleados, porque inmediatamente,
un semestre después, anunciaron que habían concluido su investigación y que
tenían un mensaje que dar: para comunicarlo, publicaron otro video de esos bien
interesantes en el portal mitec, en los que normalmente dan la
bienvenida a los alumnos y les desean suerte en los parciales; a lo mejor nadie
lo vio porque por lo general a nadie le importa lo que esos videos tienen que
decir, pero la OR se ha dado la tarea de darle seguimiento al caso:
“Bienvenidos, estimados alumnos. Antes que nada,
queremos recordarles a todos que estudian en la mejor escuela del mundo, la que
tiene más competitividad y sentido humano de todas. Bueno, ahora sí, respecto
al problema de los contenedores de basura. Miren, es que nuestros desechos son
distintos a los demás desechos, nuestra basura tiene sentido humano, entonces
no contamina, más bien desprende moléculas en el aire, que, al ser inhaladas,
esparcen en el sistema respiratorio de las personas un espíritu Tec que sin duda
es humanista. Así, esperando que nuestros guardias y vigilantes vivan la
cultura Tec al máximo, acomodamos sus horarios de manera que no sólo trabajen
ahí a lado, sino que también coman ahí, en la misma caseta. Muchas gracias por
su atención, yo mejor me voy regresando a mi oficina, que está en el último
piso de ese edificio que está bien alto, porque creo que dejé encendido el
clima.”
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Más de cerca, del otro lado del bambú, a 10m de la caseta. |
Por parte de la OR,
sentimos una profunda tranquilidad al saber que se cuentan con sustentos
científicos para justificar el fenómeno: no es un descuido, todo este tiempo lo
estuvieron haciendo por su bien. Qué gusto. Es fácil imaginar, entonces, que el
salario de nuestros vigilantes debe de ser tan digno como su trato. La OR manda
una especial felicitación a todos aquellos directivos y autoridades que se
preocupan por sus empleados, que obviamente no llevan varios años quejándose
del terrible hedor del acceso y de los daños a su salud que puede ocasionar.
Arturo Belano tambien hace articulos aqui?
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