miércoles, 19 de septiembre de 2018

Rector afirma que trabajar junto al basurero es benéfico para la salud de los guardias de seguridad



Ante la carta de protesta de una estudiante, indignada por las condiciones de trabajo que sufren los guardias encargados de vigilar el acceso pegado al basurero, los altos directivos del Tec de Monterrey aseguran que no hay nada de qué preocuparse: inhalar esos desechos es saludable y benéfico.
 Por Ulises Lima

A inicios del semestre pasado, enero-mayo, la alumna Hortensia “La Planta” Rosales envió una carta a nuestro queridísimo rector, Garcilaso de la Garza García (GGG), en la cual mostraba su preocupación y su indignación ante la putrefacta atmósfera que predomina el área de trabajo de los guardias de seguridad, específicamente refiriéndose a quienes cuidan el acceso de Aulas 4 (desde la calle Luis Elizondo, esquina con Montevideo). En la carta, Hortensia solicitó de la manera más respetuosa que cambiaran a los basureros de lugar, o que por lo menos encontraran la forma de cubrir mejor los desperdicios, ya que “el olor muchas veces es insoportable, y lo de menos somos los estudiantes, que sólo pasamos unos segundos por ahí”.

Aquí el acceso, el contenedor se encuentra detrás del bambú, lado izquierdo.


Evidentemente, después de leer la petición, como son asuntos que les interesan muchísimo, los altos directivos le echaron muchas ganas a indagar más sobre este problema. De veras que se notó el esfuerzo y la preocupación que tienen por sus empleados, porque inmediatamente, un semestre después, anunciaron que habían concluido su investigación y que tenían un mensaje que dar: para comunicarlo, publicaron otro video de esos bien interesantes en el portal mitec, en los que normalmente dan la bienvenida a los alumnos y les desean suerte en los parciales; a lo mejor nadie lo vio porque por lo general a nadie le importa lo que esos videos tienen que decir, pero la OR se ha dado la tarea de darle seguimiento al caso:
“Bienvenidos, estimados alumnos. Antes que nada, queremos recordarles a todos que estudian en la mejor escuela del mundo, la que tiene más competitividad y sentido humano de todas. Bueno, ahora sí, respecto al problema de los contenedores de basura. Miren, es que nuestros desechos son distintos a los demás desechos, nuestra basura tiene sentido humano, entonces no contamina, más bien desprende moléculas en el aire, que, al ser inhaladas, esparcen en el sistema respiratorio de las personas un espíritu Tec que sin duda es humanista. Así, esperando que nuestros guardias y vigilantes vivan la cultura Tec al máximo, acomodamos sus horarios de manera que no sólo trabajen ahí a lado, sino que también coman ahí, en la misma caseta. Muchas gracias por su atención, yo mejor me voy regresando a mi oficina, que está en el último piso de ese edificio que está bien alto, porque creo que dejé encendido el clima.”

Más de cerca, del otro lado del bambú, a 10m de la caseta.


Por parte de la OR, sentimos una profunda tranquilidad al saber que se cuentan con sustentos científicos para justificar el fenómeno: no es un descuido, todo este tiempo lo estuvieron haciendo por su bien. Qué gusto. Es fácil imaginar, entonces, que el salario de nuestros vigilantes debe de ser tan digno como su trato. La OR manda una especial felicitación a todos aquellos directivos y autoridades que se preocupan por sus empleados, que obviamente no llevan varios años quejándose del terrible hedor del acceso y de los daños a su salud que puede ocasionar.

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