“Me puse bien fit”,
declaró un estudiante que descubrió una rutina de acondicionamiento físico
intensivo, después de tomar la decisión consciente de no utilizar el elevador
en el edificio con más pisos del campus; su cuerpo desarrolló mucha nalga y
cuádriceps, ya que su clase era hasta el quinto piso.
Por Ulises Lima
Este martes, 21 de agosto, un estudiante de Creación y Desarrollo de
Empresas se topó con el verdadero camino de la serpiente: la fila de los
elevadores en el edificio CIAP. Más allá de que la fila siempre se acomoda de
la manera más estorbosa posible, las 2:30 de la tarde siempre terminan convirtiéndose
en el cambio de hora pico. La línea de alumnos todos sudados adquiere el olor y
la apariencia de un cine de plaza comercial, a la media noche, a punto de
estrenar una secuela de la vigente cinta romántica para adolescentes hormonales
de pantalones húmedos.
Aquí la fila ordenándose de manera que se pueda pasar fácilmente por ahí (not) |
Fue así como decidió
por primera vez en su vida utilizar las escaleras del edifico. “No puede ser
tan pesado”, pensó. Sin embargo, no contaba con que el edifico CIAP cuenta con
una ilusión óptica en sus estructuras arquitectónicas: cuando sientes que ya
vas en el cuarto piso, apenas vas en el segundo. Cuando finalmente lo logró,
sintió un cambio radical en su musculatura: “Me siento… diferente”, nos
comenta, con una voz muy similar a la de Peter Parker. Entonces, se dio cuenta de que ahí había una idea emprendedora
latente: un curso especial de ‘crossfit’ basado únicamente en subir esas
escaleras del infierno de seis círculos.
Así que se voló su clase para dirigirse directamente
hacia el DAME (Departamento de Asuntos Muy Emprendedores) a registrar su
actividad. El alumno que armó el curso se llama Armando, y estudia el último
semestre de su carrera: “Yo pensaba que ya no la iba a armar, que ya me iba a
graduar sin ideas, pero Creación y Desarrollo de Empresas en verdad funciona”.
Nuestro queridísimo rector, Garzón Garza García, mandó
una felicitación especial al alumno en el mensaje de bienvenida: “Iniciamos
este nuevo semestre muy contentos porque varios de nuestros profesores
obtuvieron reconocimientos de carácter internacional por méritos que han
realizado en innovación educativa”. No entendemos muy bien por qué lo felicitó de
esa manera, pero, de todos modos, la OR felicita al alumno Armando, esperamos
que siga triunfando, sin dudar y siempre andando, porque camarón que crece torcido,
en un trigal es verde por fuera, ¿cómo se llamó la obra?
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